ALASKA
Desde el PN del Denali, hasta la ciudad de Fairbanks, se toma la HWY 3. Es una carretera en perfecto estado, que discurre entre los frondosos bosques de coníferas tipicos del estado de Alaska. Si bien a primera vista, puede impresionar tanta vegetación tan tupida, a lo largo de las horas de conducción, comienza a hacerse monotona y un tanto aburrida. Los espeso de sus bosques, la ausencia apenas de montañas, deja poco horizonte a la vista para alegrar los sentidos. La ciudad de Fairbanks la aprovechamos como lugar de pernocta antes de atacar nuestro próximo destino que son las termas de Chena. Uno de los puntos mas recomendados y visitados del estado.
Toda la historia de este amplio territorio va referenciada con el hayazgo del oro. Ahora solo queda historia, lugares pintorescos e imaginación, para poder visualizar lo que fue la vida de estos busca fortunas que arriesgaban su vida, a su familia y lo poco que tenían, en empeñarlo para buscar el sueño de ser hombres ricos.
Las termas de Chena es uno de los platos fuertes de Alaska, según la Lonely Planet. Es un resort que aprovecha las aguas termales que manan del subsuelo para calentar una amplia piscina exterior. En su interior también hay otra piscina cubierta con yacuzzi. El sitio no desmerece pero tampoco es para reseñarlo dentro de la mejor guía de viajes. Tiene que ser una experiencia mucho mas agradable en las largas noches del invierno, cuando este todo completamente nevado y te sumerjas en su piscina exterior. Además de la piscina, han construido dentro de un edificio hinchable, un hortera bar de hielo, que solo se puede visitar mediante un tour.
A lo largo del camino podréis encontrar lo que llaman Road Houses. Son antiguas fondas de carretera que han querido conservar, con su arquitectura y decoración tradicional de la época del Gold Rush.
Notas de viaje: