ALASKA
Recorrer el estado de Alaska por la Richardson HWY es una experiencia increíble e inolvidable. Ahora si aparece lo que estábamos esperando, lo que ansiadamente teniamos en nuestras cabezas y no llegaba. Alaska no podía defraudar, no podía ser un lugar que pasara como algo mas y ahora se ha encargado de demostrarlo. Nos adentramos de lleno en la zona del cobre. En el 1800, miles de personas buscaron aquí trabajo antes de que la fiebre del oro llegara también a esta zona del territorio. Para ello construyeron poblados que todavía se conservan en la actualidad. El poblado de McCarthy es como el lejano Oeste pero en los territorios Alaskenses. Proliferaron los salones, los lugares de ocio, los prostíbulos y la delincuencia. Todo lo que iba ligado al ganar dinero fácil.
Despues de que la compañía Guguenhain cerrara las minas de la noche a la mañana, dejando a los trabajadores apenas unas horas para abandonar sus territorios, algunos de ellos, buscaron asentamientos para vivir de la pequeña agricultura y de la pesca del salmón. Ahora estos poblados viven los meses estivales de una nueva empresa que son el turismo de aventura. Cientos de autocaravanas y campers se desplazan desde todo Estados Unidos a pasar parte de sus vacaciones aquí, disfrutando de la pesca del salmón, de los glaciares y de las caminatas por los montes Wrangell-St Elias , como de su inmenso parque nacional, con el mismo nombre, que humilla a su hermano mayor, el Denali.
La pista de grava de unos cien kilometros llamada McCarthy Road que nos conduce hasta el puente peatonal que cruza el río Kennicott, nos transporta a otro tiempo, a unas nuevas sensaciones de otra era, donde parece que el paso de los años no ha hecho mella en estos territorios. McCarthy sigue contando con su salón, donde personajes de lo mas pintorescos siguen frecuentando el lugar, buscando de nuevo recompensas, camareras guapas y turistas despistados.
En el abandonado pueblo de Kennicott, agencias de aventura recientemente instaladas, te brindan la oportunidad de contratar excursiones a su glaciar, tour a las minas de alta montaña y caminatas de varios dias por el parque nacional Wrangell-St Elias. Chavales que viven en los estados del sur, vienen a trabajar aquí el verano para ganarse algunos dineros, conocer gente y vivir nuevas aventuras. De momento el lugar no esta masificado y la gente y los guías son de una amabilidad envidiable. Esperemos, que como todo, los grandes touroperadores no se acerquen a esta zona de Alaska, para no romper su encanto, porque es simplemente increíble e irrepetible.
Notas de viaje: