ALASKA
Atravesamos el carismatico y pintoresco paso Thompson, todavía con nieve pese a lo adentrado del verano. En este paso caen de media al año una no poca despreciable cantidad de 10 metros de nieve. Despues de devisar cascadas, glaciares y cañones, asoma a lo lejos la ciudad de Valdez.
Lo que hoy podemos conocer como Valdez, es una ciudad nueva, tranquila, portuaria. Una ciudad con mucho encanto, despues que su antecesora fuera completamente arrasada por el terremoto de 1964. La originaria viene como casi todas las ciudades de Alaska, fundada durante la fiebre del oro. Era el punto de llegada de los barcos que traían gente en busca del oro del Klodike.
Valdez es una ciudad que ofrece multitud de actividades para disfrutar plenamente de la naturaleza y hacerte sentir que estas en la idílica Alaska de tus sueños. Al otro lado del su puerto deportivo y pesquero, esta la zona de pesca del salmón, en la calle del Doctor Harbor. Allí,i la gente local pasa las tardes pescando salmones desde la misma orilla de la bahía. Nosotros alquilamos unas cañas, sacamos los permisos pertinentes y nos echamos a la aventura de probar suerte y poder luego presumir de haber pescado un salmón en Alaska. Despues de varios intentos, perder un par de cucharillas y romper hasta una caña, pico la recompensa. Dos hermosos salmones de unos 4 y 3 kilos respectivamente nos hicieron cumplir ese sueño y alegrar los ánimos y el paladar del grupo, pues estaban exquisitos. Nuestro querido Juanin, nuestro gourmet, se encargo de limpiarlos y luego cocinarlos a la parrilla. Un diez.
Durante nuestra particular batalla con los salmones, Jorge, el miembro del grupo mas deportista, se marcho a hacer un poco de deporte por una senda de lo mas transitada monte arriba. Cuando volvió de nuevo a la zona de pesca, llegaba blanco. Se le había cruzado un gran oso negro en su camino de entranamiento. Y es que cuando se advierten las cosas es por algo. Continuos carteles informativos, no paran de anunciar de la cantidad de plantigrados que hay por esta zona y lo peligrosos que son. Nosotros mismos pudimos comprobar despues de la jornada de pesca, de vuelta a Valdez, como casi en medio de la carretera bajaba una familia de osos a la zona de pesca para hacer lo mismo que habíamos hecho nosotros horas antes. Ojo con estos animales porque no es para tomarselo a broma. Ahora bien, tener el privilegio de observar en su propio habitad a estos mamíferos es algo fuera de lo normal, una recompensa que solo se tiene en muy pocas partes del planeta.
Valdez también te da la posibilidad de practicar kayak en los glaciares, avistamiento de ballenas y tomar su ferry para ahorrarte los dos dias de viaje que supondría ir por tierra a la península de Kenai, pasando por Anchorage.
Aquí se produjo uno de los mayores desastres ecológicos de la tierra. El superpetrolero Exxon Valdes, partía lleno de crudo desde el puerto de Valdés, cuando el capitan del barco cedio los mandos del puente antes de irse a descansar al segundo oficial. Este erró el rumbo e impacto contra el arrecife Bligh causando el gran desastre. La compañía Exxon invirtió una cantidad indecente de dinero tratando de limpiar las costas, cosa que atrajo a cantidad de oportunistas y abrió la puerta a que numerosos habitantes de la ciudad se hicieran ricos. Toda esta historia mas la del terremoto la puedes ver en el interesante museo de la ciudad.
Si tienes ya una suerte inusual, podrás ver al gran vigilante del pueblo, de sus aguas y de sus habitantes, el Águila Calva. Distintivo del imperio Americano.
Notas de viaje: