¡¡AFRICA!!
Abandonamos como alma que lleva el diablo Nairobi dirección a la esperada Etiopia. El camino que todo el mundo con en el que hemos hablado nos lo ha puesto como "infernal" y de verdad que no exageraban, unas de las peores rutas que he realizado en todos estos años que llevo viajando.
Salimos de Nairobi sobre todo muy contentos. LLevar en el bolsillo las visas tanto de Etiopia como de Sudan, es un respiro, un alivio a la incertidumbre que a punto ha estado de truncar el viaje. Así que no todo iba a ser negativo en Nairobi, además los comentarios y las risas en la cabina recordando las noches que hemos pasado por la capital, también han merecido la pena. Ahora enfilamos ruta rumbo norte, con la mosca detras de la oreja, despues de oír los comentarios de los overlanders sobre el tramo de 500 kilometros de pista que nos esperan para entrar en Etiopía.
Hemos decidido omitir los parques nacionales de Kenia, pues son bastante inferiores a los que ya hemos visto, y creo que ya estamos saturados de tanta fauna, y también la remota ruta del lago Turkana. Una zona totalmente inhóspita e inestable situada en la zona Noroeste de Kenia. Vamos justos de tiempo y los tramites fronterizos para pasar a Etiopía por el lago no son nada estandar. Ya no estamos para sorpresas.
La A2 nos lleva desde Nairobi, por buen asfalto, rodeando el PN. del monte Kenia hasta la mencionada pista. Una vez mas no hemos podido disfrutar de las vistas del monte mas alto de Kenia por la nubosidad. Camino agradable con muy buenas vistas, frondoso de vegetación y con numerosos campos de cultivo de caña de azúcar. Esta caña es la que usan los lugareños como golosina diaria, razón por la cual tienen numerosa gente los dientes destrozados de tanto azúcar.
La carretera es sorprendetemente extraordinaria, sin apenas trafico hasta Sakure, donde se acaba este placer y suavidad para entrar de lleno en la tan renombrada pista hasta Moyale, frontera con Etiopia. Son 500 kilometros, donde el paisaje cambia drásticamente, de los campos de cultivos a 2000 metros de elevación a la más árida estepa y sabana africana, situada a 800 metros sobre el nivel del mar. No hay nada, mas que poblados dispersos que practican la trashumancia, tribus de lo mas variopintas, sol y viento. El camino se hace tortuoso y es imposible sebasar los 20 kilometros por hora sin que el camión no se desintegre. Ahora entiendo el por qué de tanto vehículo en reparación en el Jungle Juction de Nairobi, despues de hacer esta pista.
Empezamos a ver por primera vez en nuestro viaje civiles armados con armas automáticas, AK 47 y otros que creo que son Cetmes españoles. Estos civiles son casi todos pastores que van fuertemente armados para defender sus ganados de bandidos y asaltadores. Hasta hace bien poco han estado a tiros entre poblados y tribus por la zona que atraviesa nuestra ruta. Es una zona poco estable y hace también relativamente poco que han retirado el convoy militar al que te obligaban unirte si querías llegar hasta Moyale. Parece que la presencia militar durante estos meses en la zona ha apaciguado los ánimos de las diferentes tribus y la cosa esta más calmada., pero no es plato de buen gusto cruzarse con gente armada hasta los dientes.
Cientos de niños te saludan al pasar, como ya va siendo usual, uno tiene la sensación de ser el mismiso Papa, salvando las distancias, claro está. Me llama la atención que la mayoría de la población pasa la mayor parte de su tiempo cargando con grandes garrafas amarillas de 25 litros en busca de agua al pozo más cercano. Da igual la edad y el sexo. Es un peregrinaje de gente en busca de agua para volver cargados como mulas con el agua al poblado. También niños bien jovenes, entre 5 y 7 años portando grandes machetes cuando acompañan el ganado a pastar. Me parece increíble que niños tan jovenes deban asumir tanta responsabilidad, pero esto es África, y la norma es supervivencia.
Esta pista dicen que estará terminada de asfaltar en un año, por los chinos, que estan por todas partes. A mí personalmente me parece imposible que una pista de 500 kilometros se pueda asfaltar en un año, pero siendo cosa de chinos cualquier cosa se puede esperar. A mitad de camino se encuentra la localidad de Marsabit, buen punto para pernotar despues de la maratoniana jornada, y arreglar los posibles desperfectos del vehículo, alguna soldadura y repostar, pues hay gasolinera. Es como el pueblo del mismiso destierro. Un pueblo salido del más lejano Oeste, polvoriento, sin ninguna localidad en 250 kilometros a la redonda, pero con un carisma especial. Allí se encuentra el PN de Marsabit.
Despues de Marsabit quedan otros 250 kilometros hasta la ciudad fronteriza de Moyale, también para echar todas las maldiciones que puedas tener almacenadas en tu cerebro. 11 horas para recorrer los 250 kilometros, pero lo mejor es que esta ruta en los mapas la denominan "the great north highway". Para ir a buscar al cachondo de la cartografía y cortarle los genitales.
Moyale, pueblo fronterizo, que lo tiene dos lados , el Keniata y el Etiope. El lado Keniata es para echarse a llorar, sucio, con basura por todas las esquinas, sin asfaltar...una joyita, pero al menos tuvimos la suerte de llegar 15 minutos de que cerraran la frontera y poder abandonar el país a tiempo.
A mi Kenia me ha decepcionado en sobremanera. Ya hable en el capitulo anterior de la caótica Nairobi y del país...me parece que se aprovecha totalmente de las maravillas de su vecina Tanzania. El aeropuerto internacional mas próximo a los parques nacionales tanzanos en Nairobi, y creo que al final mucha gente piensa que el Kilimanjaro esta en Kenia y el Serengueti también, cuando es su vecina Tanzania la que se beneficia de su propiedad.
Los keniatas me han parecido tan indisciplinados en la carretera, tan agresivos, sin respetar ningún tipo de código ni de circulación ni ético, que poco bueno puedo decir al respecto. Una miseria en la zona norte del país que roza la hambruna. Tiene la mitad norte totalmente abandonada a su suerte, sabiendo que la riqueza esta en el sur, en la frontera con Tanzania. Kenia ha sido la gran decepción de este viaje..