¡¡AFRICA!!
Al final cruzamos Malawi al no poder hacer el paso norte del PN south Luangwa. Un país bastante desconocido que normalmente el viajero lo cruza casi de paso buscando a su vecina Tanzania. Aun así nos sorprendió la belleza de sus paisajes y de su homónimo lago, el Malawi.
Desde Mfuwe cogemos la pista que nos lleva a la ciudad fronteriza de Chipata. Una pista de 130 kilometros en pesimas condiciones menos los últimos 30 kilometros de son de asfalto. La ciudad de Chipata esta llena de vida, y jubilo después de ganar Zambia la copa de África. Es una ciudad con buenos servicios, un buen supermercado de la cadena Spar y bancos para cambiar dinero. Debido al desabastecimiento total en Malawi, es conveniente hacer compra y llenar los tanques de combustible, pues el país que viene está en pesimas condiciones. Cruzamos la frontera de Zambia rápidamente, sello en el pasaporte y en el carne de passage. Al igual ocurre en el puesto fronterizo de Malawi. Sello en el pasaporte, pues no se necesita visado o es gratis y va anexo con el sello y entrada en el carne de passage. Nos lleva tan solo 10 minutos hacer el tramite. También es verdad que la aduana se encuentra casi vacía por no decir que somos los únicos en esa hora de la tarde. Conviene llevar el seguro Comesa porque te lo pedirán en algún chequeo de policía. Nuestra ruta discurre desde Chipata hasta Mchinji y de allí a interceptar la M1 próximos a Kasungu, que no abandonaremos hasta la misma frontera con Tanzania.
La travesía discurre por una carretera perfectamente asfaltada sin apenas trafico, que me imagino debido a la falta de suministro de combustible en sus estaciones de servicio. El país se nota a primera vista que no funciona como debe de ser. Si hemos visto carencias en Zambia y Zimbabwe, lo de Malawi es casi miserable. Frente a sus magníficos paisajes montañosos y con una vegetación exsuberante, choca su dejadez y la carencia de las más minimas infraestructuras y servicios.Chabolas que se hacen llamar hospitales, basura en las calles, miseria. Multitud de camiones volcados en sus puertos de montaña sin asistencia mecanica ni grúas para poder rescatarlos. Talleres improvisados en medio de la calzada esperando una ayuda que no se sabe lo que puede llegar a tardar. Y lo que menos me gustó de la travesía es la tala indiscriminada de coníferas que se esta efectuando en el país. Me llamó mucho la atención ver impresionantes bosques de pinos pero también me sorprendió a medida que avanzábamos en nuestro camino como iba desapareciendo ese masa arbórea por talas indiscriminadas o incendios me imagino intencionados.
Las carreteras estan pobladas de gente en vez de por coches. Un ir y venir por toda la carretera de caravanas de muchedumbre que yo no me explico a día de hoy hacia donde van. Es como un mercado a lo largo de decenas de kilometros, estés donde estés. Mujeres vendiendo fruta, hombres arreglando bicicletas (el vehículo nacional al no haber combustible), niños de apenas dos años solos como si fuese el parque del barrio y mucha gente joven sentada el las cunetas o proximas a las poblaciones sin hacer nada. No se el índice de paro del país pero tiene que ser alarmante. Eso si, tengo que decir que la gente es muy amable y cercana, además de respetuosa. Hemos parado en la carretera un par de veces a comer algo y no se ha acercado nadie y mira que pasó gente. Nada que ver con nuestro vecino Marruecos que se acercan como moscas a la miel.
Al segundo día de entrar en Malawi divisamos el gran lago en su parte más meridional. Es lo único que a día de hoy puede atraer algo de turismo. Hay una cierta infraestructura, si a eso se le puede calificar con esa palabra y las orillas del lago tienen pequeñas playas para disfrute de sus bañistas.
Los controles de policía que apenas existían al comienzo de la entrada en el país empiezan a ser frecuentes según te acercas a la frontera con Tanzania....y por primera vez he sido multado por exceso de velocidad. Me comí una limitación de 50km/h y pasé a 70Km/h. Multa de 25 €.. Les pedí que por favor me enseñaran donde estaba esa señal porque yo no la he había visto a mi paso. Amablemente el sargento se subió al camión y me dijo " da la vuelta que está un kilometro de aquí"...y claro ahí estaba. Nos lo tomamos a bien, bromeamos todos , nos hocinos unas fotos juntos y seguimos el camino. Cuando uno infringe una norma y te multan por ello, pues a callar. Lo que no me sentó también es que a 40 kilómetros de la frontera con Tanzania nos volvieran a multar por no llevar unas bandas reflectantes blancas delante y rojas detras. Me fastidia no porque tenga que llevarlas y no lo hice, bien es verdad que no encontré donde comprarlas, sino porque los coches van sin luces, las furgonetas atestadas de gente, los camiones con más de 50 pasajeros en sus cajas, con sobre peso hasta reventar y no pasa nada, pero claro ven a un europeo con dolares y ya sabes. Nos pidieron 25€ por la infracción, al final despues de protestar y decir que no teniamos más dinero en moneda local, se redujo la infracción a 10€. La paciencia que a veces tiene que tener uno para no llevarse los controles por delante.
Han sido 700 kilometros de travesía para cruzar Malawi, la anécdota de la policía, la dulzura de sus gentes, la grandiosidad de su lago, las penosas condiciones del país y la belleza de sus paisajes. Eso es lo que tengo que reseñar de este país que ha pasado como para casi todos los viajantes que pisan en el...de paso.
Notas de viaje:
