SUDAMERICA
Desde que abandonas Cochabamba, empiezas a subir y subir, hasta plantarte en los 4000 metros, y ya hasta la Paz, todo tu camino discurrirá entre los 4000 y los 4500 metros, en una carretera que parece una auténtica jincana. Vistas increíbles de los paisajes y gentes del altiplano, junto con la peligrosidad de la ruta. Tomar esto en serio.. Hay cientos de camiones de gran tonelaje, que debido a las fuertes subidas, no se detienen para adelantar a sus otros compañeros, aunque esten en plena curva cerrada o cambio de rasante. Así que cuando vayáis descendiendo algunos de los múltiples puertos, ir despacio, porque en la próxima curva te vas a encontrar un camión adelantando a otro invadiendo completamente tu carril. La ruta está plagada de cruces en cada curva, señal inequivoca de las víctimas en la carretera, así como no hay un solo quitamiedos que no esté destrozado en cada puerto. Ojo a esto.
Ya os he puesto antes un poco en antecedentes sobre la Paz. Si os gustan los mercados os volverá locos. No sé como es posible sacar adelante tanto género. Eso sí, preparaos para la gran paliza que supone recorrerlos, porque son purita rampa. Recorrer la ciudad es todo un prodigio para la forma física. Probablemente más de uno, despues de visitar la Paz, se plantee el mal habito de fumar.
Tanto la Iglesia de San Francisco, como la Catedral, como el palacio Quemado, la casona del museo de Arte nos dan una idea de la arquitectura colonial y lo que representó la Paz en la época donde la plata fluía por sus arterias como si fuera sangre. Y debido a esa época de revueltas sangrientas se creó la Paz. Para poner un poco de paz, entre Cuzco y Potosí. Una buena historia para leer que también os recomiendo.
Aparte de los limpia botas, que van siempre cubiertos por pasamontañas, parecen terroristas, con sus cajas de explosivos, me llamó mucho la atención los escribanos que hay en la vía pública con sus betustas máquinas de escribir. Debido al alto analfabetismo de la población, estos se brindan por unos pocos bolivianitos en rellenar las instancias de los organismos oficiales.
Una de las cosas curiosas es el mercado de las brujas. Ahí, como no, Yaizita estaba en su salsa. Hasta adquirió una pequeña llamita para un ritual muy particular. Compras la llama, y luego, depende a que ritual la quieres designar, te la preparan, anexa con un plato donde hay amuletos y ofrendas particulares al ritual que quieres realizar. Luego en tu casa, con alcohol de quemar, rocías la llamita y el plato con las ofrendas y lo quemas. Las cenizas tienen que ser ofrecidas a la Cochamama, ósea a la madre tierra, donde deben de ser enterradas para que en ritual surja su efecto y la cochamama este contenta. Como dicen por aquí, uno no se cae porque tropieza, no, uno se cae por que la cochamama lo ha agarrado para que se caiga, y esto es porque no la tienes contenta, esta hambrienta, y necesita de un ritual de estos urgentemente, si no quieres que te enganche otra vez.
Visitar la Paz, puede ser una experiencia muy enriquecedora.
Notas de viaje: