SUDAMERICA
Seguimos nuestra marcha por este increíble país, en dirección al área recreativa de Calima, pernoctando dos noches en el agradable pueblo de Darien, para proseguir nuestro curso por la Panam norte hasta el desvio en La Paila donde interceptamos la 40 dirección a uno de los espectáculos de Colombia, el valle del Cocora, dentro de la zona cafetera, para continuar jornada a la relajante zona de baños de Santa Rosa, un merecido descanso despues de tanta singladura. Seguimos repitiendo lo agradable que está siendo viajar por Colombia. Son todo amabilidades, no hemos tenido a día de hoy ni un solo reproche. Cuanto tenemos nosotros que aprender de la amabilidad de esta tierra.
Salimos de Cali como alma que lleva el diablo para enfilar la Panam hasta el pueblo de Buega, donde tomaremos otra vez una carretera de montaña, no como las de Ecuador claro está, para dirigirnos a la localidad de Darien. Darien ha tomado fama, por la construcción del embalse artificial de Calima. Allí, los fines de semana y en épocas estivales, gran cantidad de colombianos pasan sus vacaciones, junto al lago, disfrutando de unas temperaturas un poco más frescas. En el lago se puede practicar todo tipo de deportes náuticos a un precio módico. Han sabido adaptarse a este turismo explosivo, contando a lo largo del embalse con numerosos hoteles y camping de primera, limpios y con muy buenos servicios. Desde el pueblo de Darien, sale una carretera que te adentra en el lago por la entrada 5, la 4, la 3.....El pueblo es un remanso de paz durante la semana, para convertirse en un pueblo rumbero los Viernes, Sábados y Domingos. Junto al lago se pueden ver unas mansiones espectaculares de la gente "dura", como dicen aquí, gente ligada al narcotráfico.
Deshacemos el camino andado e interceptamos otra vez la panam hasta el pueblo de la Paila, para tomar la 40 en dirección al pintoresco pueblo de Salento, puerta de acceso al fascinante valle del Cocora. Salento aprovechando la afluencia turística, ha decorado las fachadas de sus casas y calles con múltiples colores y tiendas de souvenirs.
La pista hasta la esplanada del Cocora es buena, allí encontraras numerosos restaurantes y bares donde llenar el estomago e incluso pernoctar, para a la mañana siguiente adentrarse en su frondosa selva.Tienes muchas opciones, paseos de 4, 5, 8 horas y de diferentes niveles de dificultad, incluso para los más perezosos, te adentran en la selva a caballo o mejor dicho en penco, porque pobrecitos como estan de castigados los animalitos. El paseo que dimos nosotros por la "finca de la montaña", ha sido de lo más agradable. Eso si, madrugar un poquito, porque ya sabéis que a media mañana se pone a diluviar.
A poco más de una hora de conducción desde Salento, tenemos las relajantes termas de Santa Rosa. A mi no me gustan mucho las termas, pero tengo que confesar que estas me han encantado. Estábamos practicamente solos, lloviendo a mares y en sus piscinas a 38º se estaba de morirse. Lo mejor, cierran a las 12 de la noche, así que mira si puedes alargar el planeo. Hay un hotel de lujo un poquito más arriba de las famosas termas, tan solo a un kilometro, que también tienen piscinas naturales de agua caliente y siendo huesped del hotel, tambien tienes derecho a las termas de Santa Rosa. Nosotros visitamos los dos, y sin lugar a dudas me quedo con las de Santa Rosa.
Hoy no escribo mucho porque estoy reventado, y muchas veces estrujarse los sesos y darle a la imaginación en tal estado, es más esfuerzo que el propio viaje en sí.
Notas de viaje: