SUDAMERICA
Para llegar a la ciudad de Copacabana, que por cierto, en poco se la parece a la famosa playa de río de Janeiro, hay que tomar un barcaza que nos cruza la unión entre el Titikaka y el lago Winaimarca. Esta barca une las pequeñas localidades de San Pedro y San Pablo de Tiquina. Por normativa, solo pueden llevar un vehículo, da igual que sea coche, camión o autobus. Desde ese momento ya empiezas a ver las azules aguas del lago hasta la llegada a Copacabana.
Conviene destacar de Copa, su iglesia y su playa, por lo demás, como hemos dicho antes, es un pueblo puramente dedicado a dar servicios al turista que prepara su excursión a la isla del Sol. Desde Copa podréis encontrar numerosas oficinas donde ofrecerán el tour a la isla, o contratar el barco directamente en la playa. Puedes ir en de primera hora, las 08.30 y volver al atardecer, las 17.30. Otros prefieren hacer una noche en la isla, y tomar el que sale a la13,30. Nosotros fuimos en el primero de la mañana. Es una barcaza de lo más peculiar, las sillas son de cocina que las han atornillado al suelo, los motores son dos "fuera borda" que van de manera independiente, o sea el hombre tiene que manejar los dos a la vez, tienen un sistema de cuerdas para poder moverlos de una manera más o menos sincronizada, pero el colmo es que uno es de 90 CV y el otro es de 60 CV. Como se como esto? ...al final se lo tuve que preguntar y me contestó que antes tenían los dos motores de 90 pero que uno se "malogró" (sic) y le pusieron el que había disponible, el de 60. Ahora pienso en mi amigo Emilio Lei, y las preocupaciones y pasta que se gastó para los aceleradores y sincronizadores de los motores de su barco el Blackfean. Ay Emilio, viendo esto, te puedo asegurar que ya no creo nada en la tecnología y menos en la electrónica.
Despues de dos horas de travesía, y no esque la isla este demasiado lejos, que va, es que íbamos en la barcaza unas cien personas, y con esos medios de propulsión, no creo que pasara de los 6 o7 nudos, llegamos por fin a la parte norte de la isla. Allí desembarcas y te estan esperando los guías de la isla por si te quieres unir a ellos. Nosotros decidimos ir por nuestro lado. Puedes ir a visitar ruinas incas o bien darte un hermoso paseo de norte a sur, siguiendo según ellos, la antigua ruta de los incas, una escusa más para cobrarte hasta por pasear. Despues de unas 3 horas de caminata, llegas al muelle sur, donde podrás comer algo en algún restaurante antes de que te recoja de nuevo la "superchalupa" para volver a Copacabana. La isla merece la pena su visita. Es un tipo a Ibiza pero por supuesto sin esa avalancha de gente. Es un pequeño remanso de paz, donde no existen coches ni motocicletas, son solo sendas para transito de personas o animales. Encontraras burros, cerdos, ovejas...parece una auténtica isla mediterránea. Es una isla que aparece constantemente en la mitología Inca, como punto de concentración de todas las fuerzas del lago.
Y como no...no nos podíamos ir del país sin una anécdota. La intoxicación que cogí esa noche de vuelta de la Isla. Nos encontramos con unos amigos franceses, que conocimos en la Paz y estos a su vez con otros que conocieron en Argentina. Decidimos montar una buena fiesta, nosotros sacamos el jamón y el lomo, que habíamos traído desde que iniciamos el viaje y ellos el ron. En fin, todo de maravilla, pero a mi el lomo me dio un poco de olor. Tenemos todo envasado al vacío y no tiene por qué, pero me dio en la nariz, pero entre el vino que había , el ron y todo lo demás...el lomo fue para adentro. A las cuatro de la mañana, ya en la cama del camión se desata un vendaval tremendo, nos asomamos a la ventana ante el griterío, y es que se habían levantado unas olas en el lago de tres metros. El caso es que había barcos que estaban hundiendose en la playa. Estaban delante del camión unas cincuenta personas, incluida una brigada militar, intentando rescatar un barco. Pero con los medios que tenía, lo tenían complicado...así que nos levantamos los dos, también el francés y con el winch del Uni sacamos el barco embarrancado hasta la playa. No hicimos más que sacarlo y todo el mundo desapareció, ni siquiera nos ayudaron a recoger el cable del winch y mucho menos en un simple "gracias", así que a la vista de lo visto, y con otro barco en las mismas condiciones de naufragio, nos fuimos a la cama sin rescatarlo...............bueno, volviendo al lomo,...nada más acostarme empezó el baile, el baile del lomito. Han sido dos días donde no he podido escribir la página ni hacer nada de nada, más que estar en la cama. Vómitos, diarreas, fiebre, nos han tenido apartados del viaje por unos dias. Ahora ya me he recuperado gracias a los cuidados de Yaiza.
El lomo lo hemos tirado todo por si las moscas, aunque estoy casi seguro que fue solo ese paquete que le habría entrado aire. Lo cierto es que se lo hemos echado a los perros y no se lo han comido...me da que pensar sobre ello. Por cierto el otro barco se hundió.
Nos vamos de Bolivia,.. no se como explicarlo, con un sabor un tanto agridulce. Me ha gustado mucho, mucho su gente, alegre, simpática y muy tranquila. Un país muy seguro, claro está, tomando las precauciones propias de un viajero. Hemos dormido en el campo, y nunca hemos tenido el más mínimo problema sino todo lo contrario. Un país extremadamente barato donde se puede comprar y comer bien por muy poco dinero. Nos encantó el salar de Uyuni como algo único. También los altiplanos y sus interminables puertos, la exclusividad de la Paz y la magia de Potosí. Ahora de lo negativo, la gestión nula de residuos. Es vergonzoso que todo el país parezca un basurero, miles de toneladas de plásticos, botellas, suciedad de todo tipo que hay por las cunetas, caminos, campos, pueblos y cualquier rincon del país. En los lugares donde puedes encontrar alguna papelera, hay tanta basura acumulada, que ya se encargan los cientos de perros vagabundos de esparcirla por toda la calle; La cantidad de perros vagabundos que hay, sobre todo en las carreteras, buscando la mendicidad de los conductores. Consecuencia de esto, hay numerosos de ellos muertos, atropellados cada día; Las condiciones casi infrahumanas que vive una buena parte de la población, sobre todo la rural, donde se carece de lo más mínimo para poder tener una vida un poco más comoda. Me refiero a agua corriente, luz, desagües, medios de transporte,educación, sanidad....; La cultura del alcohol que tiene la población, donde no se para de beber hasta que se caen redondos, no importa lo que se metan para el cuerpo; La red de carreteras, es penosa, pero eso va ligado al desarrollo del país. Pero la educación que tienen conduciendo es otra cosa, y eso no depende de la economía. Es una conducción suicida, y digo esto, en el sentido estricto de la palabra. Los camiones no respetan nada, y si tu eres el pobre que se cruza en su camino, sumarás una cruz más a las miles ya existentes en la carretera.
Así es Bolivia, un país que te puede encandilar o repudiar. Lo que si os digo, es que no os va dejar indiferentes y puede ser una experiencia tan enriquecedora que os haga recapacitar sobre vuestra manera de concebir el mundo. Un mundo a 4500 metros....no lo olvidéis.
Notas de viaje: