SUDAMERICA
Antes de abandonar Trujillo, conviene pasar por la milenaria ciudad de Chamcham, a medio camino entre la playa donde pernoctamos la noche anterior (Huanchaco) y la ciudad de Trujillo, encontramos esta ciudad, construida en su totalidad de adobe y que poco a poco las lluvias se han ido encargando de deshacer. Tan solo en una pequeña área reconstruida, de esta ciudad Chimú, es donde realmente se puede apreciar lo que en su tiempo debió ser.Os aconsejo que contratéis un guía oficial, para poder entender con todo detalle cada rincon de la zona museo. Lo encontraréis al entrar, en el centro de interpretación.
Hasta la ciudad de Chicayo, pasando por el surfero pueblo de Pascamayo, que por cierto presume de tener la ola más larga del mundo...., encontramos una costa no demasiado bonita, una costa pacífica muy parecida a la chilena, bastante árida, casi sin vegetación y con pueblos cruzados por la Panamericana, que carecen de interés. Si merece la pena parar en Pascamayo a desgustar su increíble pescado y a practicar deportes náuticos, si eres uno de esos aficionados.
Chiclayo si es una parada obligada. Aparte de su plaza de armas, como no, de estilo colonial, existe en la zona norte de la ciudad un interesante mecado, sobre todo la zona dedicada a santería, plantas medicinales, chamanismo...que se llama Mercado Modelo. Pero el plato fuerte de este lugar son sus alrededores. Con una interesante ruta arqueológica por los vestigios de sus civilización Moche, la guinda la pone el esplendoroso Museo de tumbas reales de Sipan, situado en la panamericana, dirección norte, a tan solo 11 kilómetros de Chiclayo. Es de veras, unos de los mejores museos que he visto. No dudéis en parar y dedicar un par de horas a la exploración del museo, por supuesto, contratar un guía. No seáis "ratas", que el lugar bien lo merece!! Después de empaparse del museo, sales con una idea clara de lo que fueron estos señores feudales de la civilización Moche, como tenían bien marcados los tres poderes, el militar, el politico y el religioso, con cada uno de sus representantes y los privilegios que ello conllevaba. Es un museo comparable al museo Pérgamo en Berlín. Para que os hagais una idea.
Ya poco más nos queda, Panam hacia el norte, atravesando el yermo desierto de Sechura, donde solo hay viento, arena, salinas y algún algarrobo. Pasando de largo Piura, Sullana para finalmente hacer nuestra próxima parada en Máncora. Máncora se ha convertido poco a poco en un punto de moda del veraneo de la jet peruana y ecuatoriana. Buenas playas, y restaurantes. Hoteles de todas las categorías, han ido desplazando el tradicional pueblo de pescadores por otro "marbella", más bullicioso y animado, sobre todo en la temporada estival, donde cuesta encontrar libre una plaza hotelera.
Cruzando la localiadad de Tumbes, es cuando el paisaje cambia radicalmente a lo anterior visto en los días previos. Cruzar el río Tumbes es cambiar el ocre por el verdor más clorofílico de sus megacampos de arroz. Hectáreas de arrozales y clima ya ecuatorial, cubrirán los 25 kilómetros que nos separan de su vecino país, Ecuador.
Notas de viaje: