SUDAMERICA
Como comenté en el capitulo anterior, nos embarcamos destino a Isla Ballesta desde el pueblo de Paracas, inicialmente para tener otra visión del Candelabro, esta vez desde el agua y la segunda para visitar la isla, llamada "las galapagos peruanas".
La excursión hay que realizarla, primeramente porque la visión del Candelabro es fantástica desde el agua, sobre todo a primera hora del día, cuando el sol incide directamente sobre él. Despues de esto, que es como una aparición, ya se podría haber hundido la barca, porque yo ya estaba más que satisfecho.
A decir verdad, la visita a Isla Ballesta, tampoco desmerece. Te plantas allí en 25 minutos, gracias a la velocidad de la lancha rápida, 25 nudos. Ir abrigados porque hace un frío de bigotes. La isla es una reserva de aves y fauna marina, además de ser una gran productora de guano (excremento de ave). Las gaviotas, cormoranes, pelícanos, albatros, leones marinos...y demás especies, que no sabría nombrar, hacen las delicias de los más apasionados por los animales. No se puede descender del bote. Ellos te rodean la isla de una manera bastante tranquila y se acercan lo suficiente a los animales, como para verlos a la perfección. Lo único malo, es que hay tantas aves, que parece que se ponen de acuerdo en bombardear los botes con sus excrementos. Un sombrero no viene mal, para prevenir tanta falta de educación!!
La visita no se hace monótona. Dura dos horas desde que zarpas del puerto hasta que regresas. Una hora entre ida y vuelta y la otra hora para tirar unas fotos al candelabro y visitar la Isla. Hay numerosos operadores en el pueblo para hacer la excursión.
Lima dista unos 250 kilometros, que se hacen de una manera cómoda, pues los últimos cien ya son de autopista. Llegar a Lima, como he comentado antes, es la meta, a esta parte del viaje que emprendimos en el mes de Noviembre. Y para celebrarlo, que mejor que ir a darnos un homenaje, en uno de los buenos restaurantes japoneses que hay en Lima, concretamente en el barrio de Miraflores.
Lima, mejora día a día. Se esta convirtiendo en una ciudad moderna, bastante cara, quizá la más cara de sudamerica, sin considerar a Rio o Sao Paulo. Y es que esta empezando a tener un nivel de vida bastante alto, buenas zonas residenciales, buenos restaurantes y bares, buenos coches y también servicios públicos. Contrasta bastante con esas zonas rurales del altiplano peruano, pero por eso es la capital.
Podréis visitar el animado y ocioso barrio de Miraflores, el elitista y financiero barrio de San Isidro, las playas del Barranco y como no, su casco antiguo, que ya no es tan antiguo, debido a la devastación que ha sufrido en los últimos años por los terremotos. Su plaza de Armas, centro de la ciudad, es bonita y esta muy cuidada, donde puedes encontrar la sede del gobierno, con su pintoresco cambio de guardia a las 12, la catedral o el monasterio de San Francisco.
Aparte de esto, para los compradores compulsivos, Lima cuenta con una gran oferta de material falsificado, tanto en ropa, en el mercado de los Polvos Azules, como en CD, DVD y BlueRay, en el mercado del Hueco. Luego que las cosas sean de calidad, ya es otra cosa.
Notas de viaje: