SUDAMERICA
Volver a San Pedro de Atacama ha sido como romper con todos los miedos y las inseguridades surgidas despues del accidente. Ha sido como cerrar ese lazo que se quedó abierto. Volvimos a dormir en el mismo camping y también a cenar en el mismo restaurante en el que cenamos el día de noche vieja. Restaurante Adobe. Por cierto, tanto en el camping, como en el restaurante se acordaban perfectamente de nosotros, hasta me preguntaron que tal me había quedado la mano.....si es que vamos dejando huella por ahí donde pasamos.
La pista que te trae desde los Geiseres de Tatio hasta San Pedro, pasa por las termas de Puritana, pero con el frío que hacia esa mañana, decidimos dejarla para otra ocasión y así tener una escusa perfecta para volver.
Poco antes de la puesta de sol, salen en desbandada todos los tour operadores con cientos de turistas al valle de la Luna a contemplar la puesta de sol desde la gran duna. No es que desmerezca el espectáculo, pero creo que no es para tanto. Creo que nuestras Bardenas Reales son similares o mejores que este valle y no por eso las llamamos las "Bardenas Lunares"....todo sea por llamar la atención del turista.
A la caída de la noche, es cuando comienza el verdadero espectáculo, el valle se queda desierto, pues todo el mundo ya se ha ido a cenar a San Pedro. El cielo se cubre de miles de estrellas,como si las estuvieras contemplando en un planetario. La luna hace acto de presencia y nos deja todo el valleque lleva su nombre, con infinitas figuras para deleite de nuestra imaginación.
Notas de viaje: